"Fue difícil hacer que los participantes heterosexuales abrazaran a los participantes gay y viceversa", señaló Tunick. "Así, me sentí contento cuando finalmente se armó esa última pose y todo mundo se unió en un beso amistoso y unido, un beso amoroso frente a esta gran estructura (la ópera)".
"Nunca tendré otra oportunidad de hacer esto; no vale la pena sentirse inhibido", afirmó. "No se siente como algo sexual; sólo se siente tribal, una reunión de la humanidad".
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